Caso real

En Patas Bien Cuidadas hablamos muchas veces de convivencia, equilibrio y bienestar emocional. Hay situaciones que, aunque naturales desde el punto de vista biológico, ponen a prueba a todo el grupo. Una de ellas es, sin duda, el celo de una perra cuando convive con varios perros.

En estos días pueden aparecer conductas que desconciertan y preocupan:
perros castrados que intentan montar, hembras que se montan entre ellas, nerviosismo general, dificultad para descansar, incluso intentos de monta hacia las personas. Todo esto tiene explicación, y entenderla es el primer paso para cuidar mejor.

El celo no afecta solo a la perra

Cuando una perra entra en celo libera feromonas muy potentes que los perros detectan incluso a gran distancia. Estas feromonas no solo activan el interés sexual, sino que elevan el nivel general de excitación del grupo.

Es importante entender algo clave:

👉 El celo es un evento químico, social y emocional, no solo reproductivo.

Por eso, aunque solo una perra esté en celo, todo el grupo puede verse alterado.

¿Por qué un perro castrado intenta montar?

Este es uno de los puntos que más sorpresa genera.

La castración:

• impide la reproducción,
• reduce ciertos impulsos hormonales,
• pero no elimina automáticamente las conductas aprendidas ni el estrés.

Un perro castrado puede intentar montar porque:

• responde a las feromonas del celo,
• utiliza la monta como vía de descarga de ansiedad o sobreexcitación,
• tiene dificultades para autorregularse,
• arrastra experiencias previas o carencias sociales (algo frecuente en perros de refugio).

En muchos casos, la monta no es sexual, sino una conducta compulsiva relacionada con el estrés.

¿Y por qué algunos perros enteros no reaccionan?

No todos los perros reaccionan igual al celo.
Algunos perros enteros:

• están más habituados a gestionar estímulos hormonales,
• no muestran interés si la perra no coopera,
• tienen un temperamento más estable.

Esto desmonta un mito muy extendido:
👉 no siempre el perro entero es el más alterado.

El contagio del estrés: cuando todos se desregulan

En convivencias con varios perros ocurre algo muy importante:
el estrés se contagia.

Cuando uno o varios perros están sobreexcitados:

• los demás lo perciben,
• aumenta la tensión ambiental,
• se activa un estado de alerta constante.

En ese contexto pueden aparecer:

• monta entre hembras,
• monta hacia personas,
• inquietud constante,
• dificultad para relajarse o dormir,
• pequeñas tensiones que antes no existían.

Estas conductas no son dominancia ni sexualidad, sino intentos de regular un entorno que resulta desbordante.

¿Puede haber riesgo de conflictos?

Sí, especialmente si el estrés se mantiene durante días.

No porque los perros sean “malos”, sino porque:

• están cansados,
• frustrados,
• sin espacios claros de descanso,
• expuestos continuamente a un estímulo que no pueden controlar.

Por eso es tan importante intervenir a tiempo, no esperar a que “se les pase”.

Cómo proceder: pautas de manejo y cuidado

1. Gestión del espacio

• Separar a la perra en celo en determinados momentos.
• Usar puertas, barreras o habitaciones distintas.
• Evitar la exposición constante.

2. Reducir estímulos

• Menos juegos intensos.
• Paseos tranquilos, de olfateo.
• Ambientes silenciosos y previsibles.

3. Rutinas muy claras

• Horarios estables.
• Descanso obligatorio.
• Menos visitas y cambios estos días.

4. Interrumpir la monta con calma

• Sin gritos.
• Sin castigos.
• Separar y redirigir con serenidad.

Las correcciones bruscas aumentan la ansiedad.

El papel de los apoyos naturales: Zylkene

En algunos casos, el veterinario puede recomendar Zylkene como apoyo puntual.

Zylkene es un suplemento natural elaborado a partir de caseína hidrolizada, una proteína de la leche con efecto calmante a nivel emocional.

Puede ayudar a:

• bajar el nivel de ansiedad,
• favorecer la relajación,
• mejorar la capacidad de autorregulación,
• sin sedar ni cambiar la personalidad del perro.

⚠️ Importante:

• Zylkene no es una solución mágica.
• No elimina la conducta por sí solo.
• Funciona como apoyo, siempre combinado con manejo adecuado y descanso.

Acompañar también es cuidar el entorno

Cuando hay una perra en celo, no se trata de corregir conductas aisladas, sino de:

• bajar el nivel general de activación,
• proteger el descanso del grupo,
• prevenir conflictos innecesarios.

Entender lo que ocurre no es justificar, es responsabilizarse del bienestar de todos.

En Patas Bien Cuidadas creemos que cuidar no es solo atender al cuerpo, sino también escuchar lo que el comportamiento nos está diciendo.

Porque muchas veces, detrás de la monta, no hay deseo.
Hay estrés.