(Una reflexión desde la convivencia diaria con los perros)
Que un perro orine dentro del comedero —y especialmente cuando todavía hay comida— puede parecernos desconcertante. No es un comportamiento muy común, pero cuando aparece suele tener una causa clara, ya sea emocional, territorial o incluso médica. En esta entrada te explico qué significa, por qué ocurre y cómo acompañar al perro para que deje de hacerlo.
1. Marcaje en contextos inseguros
Muchos perros usan la orina para enviar mensajes: “esto es mío”, “aquí no me molestéis”, “no estoy cómodo”.
Cuando un perro siente que su comida no está totalmente asegurada, puede marcar el cuenco para reforzar su posesión. Suele verse en perros:
- que vienen de entornos con carencias o competencia por el alimento,
- que han tenido cambios recientes en la casa,
- que conviven con otros animales y se sienten vulnerables,
- o que, simplemente, están viviendo un periodo de estrés acumulado.
Es una forma muy rudimentaria de proteger el recurso.
2. Estrés, ansiedad o frustración
La comida es un momento cargado de emociones para muchos perros.
Si un perro vive tensión en casa, soledad mal gestionada, ruidos que le asustan, cambios en la rutina o falta de seguridad afectiva, puede “descargar” el estrés orinando justo donde lo siente más intenso.
A veces ocurre justo cuando se acerca al cuenco porque la comida activa demasiada excitación o conflicto interno.
3. Sobreprotección del recurso: un “demasiado apego” a la comida
Algunos perros no solo comen: vigilan su comida.
Si sienten que alguien se acerca mientras ellos no están comiendo o si dudan de que la comida vaya a seguir ahí después, pueden recurrir al marcaje. En este caso orinar sobre el pienso es una forma de decir:
“Nadie toque lo mío, volveré después.”
No es agresividad; es inseguridad.
4. Problemas médicos que pueden influir
Aunque la causa suele ser emocional o de comportamiento, no hay que descartar lo físico:
- infecciones urinarias,
- aumento de la micción por problemas hormonales,
- dolor o incomodidad al mover el cuerpo,
- dificultad para retener la orina.
A veces el perro simplemente no llega a tiempo y orina donde está.
5. Olores desagradables en el cuenco
Los perros tienen un olfato extremadamente sensible.
Un cuenco metálico con restos de detergente, un grano de pienso en mal estado, o una mezcla de olores que a nosotros nos pasan desapercibidos pueden generar rechazo.
En estos casos, orinan para “neutralizar” el olor y dejar claro que ese cuenco no les convence.
¿Qué puedes hacer si tu perro lo hace?
1. Cambiar el recipiente
A veces basta con usar otro tipo de cuenco:
- de cerámica,
- de acero inoxidable de buena calidad,
- o incluso un plato liso temporalmente.
2. Eliminar cualquier residuo de olor
Lava siempre con un jabón neutro, sin aromas fuertes.
Seca completamente.
3. Crear un espacio seguro para comer
Evita lugares de paso y momentos de mucho ruido o movimiento.
Permite que el perro coma tranquilo, sin presión.
4. Retirar la comida tras 20–30 minutos
No para castigar, sino para ordenar el ritual.
Si el perro sabe que hay un tiempo y después desaparece, disminuye la vigilancia obsesiva.
5. Reforzar la seguridad emocional
Los perros que confían, que se sienten acompañados, regulados y comprendidos, no necesitan marcar la comida.
Más paseo, más rutinas estables y más calma compartida ayudan.
6. Consulta veterinaria si se repite demasiado
Especialmente si notas que el perro orina más veces, si hay sangre, si huele fuerte o si bebe más agua de lo normal.
Una última reflexión
Cuando un perro orina en el cuenco no está “siendo malo”, ni rebelde, ni desobediente.
Está contando algo, desde el cuerpo y sin palabras.
En cuanto atendemos esa emoción oculta —esa inseguridad, ese estrés o ese olor que no soporta—, el comportamiento cambia.
A veces los perros solo necesitan que alguien lea el gesto y les devuelva un poquito de calma y de orden.

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