Ayer despedimos a Tao

Ayer tuvimos que despedirnos de Tao. He dudado mucho sobre si compartir esto, pero creo que puede servir de ejemplo para otras personas que puedan pasar por algo similar. A Tao hubo que practicarle la eutanasia, una decisión que siempre es extremadamente difícil. Como sabéis, enfermó de un linfoma intestinal con metástasis en el hígado y, en apenas una semana, su estado se deterioró. Se le administró quimioterapia siguiendo las indicaciones veterinarias, aunque no recibí toda la información completa. No me advirtieron de que podían bajar sus neutrófilos y leucocitos, debilitando su sistema inmunitario, pero no imaginé que el proceso sería tan rápido.

Tao comenzó a deshidratarse y sufrió un colapso tras la administración de Cerenia, que se le disolvió en la boca. Aunque los veterinarios afirmen que estos efectos secundarios no son graves, estoy casi segura de que eso agravó su situación.

Cuando fui a la clínica, vi a otra pareja que salía llorando por la pérdida de su animal. Siempre hay personas que no entienden el dolor que esto supone, y también vi a varios animales en la UCI siendo atendidos. Como siempre, los costes son enormes y solo se puede acceder a estos tratamientos buscando dinero, algo que añade más sufrimiento. Creo firmemente que el gobierno o las autoridades competentes deberían cubrir también esta parte tan importante.

Tao ya no está con nosotros, y su partida nos deja un gran vacío, pero también la esperanza de que su historia ayude a otros a entender la importancia de acompañar a nuestros animales hasta el final con amor, respeto y apoyo.

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