
Todo se complica. La vida te da golpes una y otra vez para que no te adormezcas. Hace unas semanas le tocó a Lor, nuestro setter inglés. Entró en el Imavet con una compresión medular cervical. Por suerte, se está recuperando con medicación y reposo. Pero hoy ha sido la chiquita Tao. Lleva un tiempo adelgazando y pensábamos que era por el estrés de cuidar perros ajenos a casa. Los gatos no lo llevan nada bien. Pero no era eso. Era que Tao nos estaba diciendo que no se encontraba de salud como debía. Me echo la culpa de no haber sido consciente antes. Me he dejado llevar por la prisa, el contentar al resto, el sacar a Kike adelante y no me he parado a observar. Me ahorro los detalles porque me molesta mucho cuando las protectoras o usuarios/as, creyendo que hacen bien en mostrarlo, publican imágenes terribles de abandonos o mucho peores. Quiero decir lo siguiente: 1. Haremos lo mejor para Tao. 2. Amo a los perros, pero el Universo me está gritando que ahora pare y cuide a mis propios animales. 3. Lo que cobran los veterinarios es absolutamente «INDECENTE». Entiendo y valoro su trabajo, pero, igualmente que no me importan esos papeles que llamamos dinero, intento proceder con humildad cobrando precios simbólicos para ayudar como puedo. ¿Cómo es posible que nos pidan de 1000 euros en adelante por las pruebas y consultas? ¿Acaso solo es privativo de los «adinerados/as»acompañar o acompañarse de animales? ¡Lo siento si os molesto, veterinarios y veterinarias, que ayudáis un montón! Pero pensad también en labores sociales y no tanto en vuestro enriquecimiento.
Firmado: María Teresa Vilariño Picos y Enrique Abuín Vilariño

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