Caso real y consejos para la convivencia entre perros mayores y perros con miedo
Desde abril, conviven tres perras muy distintas en un mismo hogar:
- 🐕 Una Border Collie hembra adoptada, joven o adulta, con un pasado desconocido.
- 🐶 Una Schnauzer pequeña, de 16 años, ciega y sorda.
- 🐾 Una Yorkshire también anciana, pero aún vital y sana.
Desde el principio, la Border Collie gruñe cada vez que ve a las otras perras. ¿Por qué pasa esto? ¿Qué podemos hacer? ¿Debemos mantenerlas separadas para siempre?
🧠 ¿Qué está pasando?
Cuando una perra adoptada gruñe a otras perras mayores, no siempre está mostrando agresividad real. Puede estar expresando:
- Miedo o inseguridad: Muchos perros adoptados no han aprendido a comunicarse bien con otros, y su primer recurso es el gruñido para establecer distancia.
- Falta de socialización previa: No sabe cómo comportarse con perros mayores o convalecientes.
- Confusión o sobreestimulación: Las señales corporales de una perra ciega o sorda pueden ser confusas para ella. No «entiende» por qué se acercan o no responden a sus gestos.
- Espacio invadido: Puede sentirse amenazada al compartir cama, comida o zonas de paso estrechas.
🛠️ ¿Qué hacer?
1. Nunca castigues el gruñido
El gruñido es una forma de comunicación. Si lo castigas, puede pasar directamente a morder sin avisar. Escucha ese aviso. No es malo: es información valiosa.
2. Analiza cuándo gruñe
- ¿Es siempre que las ve?
- ¿Solo en momentos concretos (comida, sofá, cama, pasillos)?
- ¿Solo si las otras se acercan mucho?
Haz una pequeña libreta de observación durante unos días para encontrar patrones.
3. Gestiona los espacios
- No las fuerces a convivir sin control. Si hay tensión, sí: sepáralas momentáneamente. No como castigo, sino como prevención.
- Usa barreras físicas suaves (puertas para bebés, habitaciones separadas, corralitos) para que se vean sin invadirse.
4. Reintroducción gradual
- Paseos paralelos (si se pueden hacer).
- Estar en la misma habitación pero con distancia, refuerzos positivos y cero presión.
- Asocia la presencia de las otras a cosas buenas: comida, premios, caricias.
- Trabaja en zonas neutras, sin competir por recursos.
5. Estimulación mental y ejercicio para la Border
Un Border Collie con ansiedad o energía mal gestionada es más propenso a la reactividad.
Juegos de olfato, búsqueda de comida, rompecabezas caninos o sesiones de adiestramiento breve pueden reducir tensiones acumuladas.
6. Supervisión constante con las mayores
Las perras mayores, especialmente si están ciegas o sordas, pueden no percibir bien el lenguaje corporal de la joven. Eso genera malentendidos. Es tu trabajo traducir por ellas.
🧡 ¿Separarlas para siempre?
Solo si hay riesgo real de ataque o estrés continuo. Lo ideal es lograr una convivencia vigilada, con zonas seguras para cada una y momentos compartidos controlados.
A veces, el proceso es lento. Pero con paciencia, una guía profesional si es necesario, y mucho respeto hacia lo que cada una puede tolerar, se puede lograr una convivencia armoniosa y respetuosa entre perros de distintas edades y necesidades.

Deja un comentario