Una correa suelta, un susto enorme… y una lección para todos

Ayer vivimos una experiencia que, por suerte, tuvo final feliz, pero que nos recordó algo muy importante. Un precioso Shiba Inu se escapó durante su paseo. Llevaba una correa Flexi, de esas extensibles que parecen tan prácticas… pero también pueden ser traicioneras. La correa cayó al suelo, el ruido asustó al perro, y salió corriendo despavorido. No llevaba placa identificativa, ni GPS.

Fue un día de angustia. Se organizó una batida que estuvo buscando al perro hasta bien entrada la noche. Su familia no podía contener el dolor, la culpa, la impotencia. Todos los que amamos a los animales sabemos lo que se siente cuando se pierde uno. Y más aún cuando es un perro asustadizo, con riesgo de atropello o de desorientarse y no volver.

Por fortuna, esta mañana, y con la colaboración de la Guardia Civil, pudieron encontrarlo. Estaba desorientado, pero a salvo. Volvió a casa. Y todos respiramos aliviados.

Pero no todos los casos acaban así.

Por eso hoy queremos dejarte un recordatorio lleno de cariño, pero también de firmeza:

🌟 Evita las correas extensibles si tu perro no tiene un vínculo fuerte, no está bien entrenado o se asusta con facilidad. No hay nada más seguro que una correa fija y un buen arnés o collar alto.

🌟 Ponle siempre una placa identificativa con tu número de teléfono. No cuesta nada y puede salvarle la vida.

🌟 Y si puedes, invierte en un GPS. Hoy en día hay opciones asequibles y muy eficaces. Un pequeño dispositivo puede marcar la diferencia entre encontrar a tu perro… o no.

Nadie está libre de un susto. Nadie es perfecto. Pero sí podemos aprender y prevenir.
Por ellos. Porque no pueden hablar, pero sienten. Y dependen de nosotros.

Cuida tus pasos, cuida tu alma. Y cuida a quien te acompaña con el corazón. 🐕❤️


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