Ataque · Defensa · Evitación · Sumisión
Para acompañar a un perro de verdad, no basta con pasearlo o alimentarlo. Hay que entender su mundo emocional, leer sus señales, respetar sus procesos. En Patas Bien Cuidadas, creemos que el conocimiento es también una forma de amor.
Hoy queremos hablarte de las cuatro grandes fases emocionales que atraviesa un perro ante una situación de malestar, miedo o amenaza, según la etología canina. No todos los perros las expresan igual, y no siempre aparecen en orden estricto, pero conocerlas nos ayuda a prevenir conflictos y a generar vínculos más sanos y seguros.
⚡️ 1. Ataque
Es la respuesta más evidente… y la más tardía. Cuando un perro ha pasado por las demás fases sin éxito, puede recurrir al ataque como último recurso para protegerse.
👀 ¿Qué puedes ver?
- Mordida, gruñido, embestida
- Cuerpo hacia delante, cuello rígido
- Pupilas dilatadas, ceño fruncido
- Ladridos graves y cortos
💡 El ataque no es maldad, es desesperación. Es una respuesta aprendida o instintiva cuando el perro siente que ya no le queda otra salida.
🛡 2. Defensa
Aquí el perro no busca herir, sino advertir que no quiere que se acerquen más. Es una postura de protección de su cuerpo, su territorio o su estado emocional.
👀 ¿Qué puedes ver?
- Enseñar los dientes sin morder
- Cola tensa o baja, orejas atrás
- Gruñidos bajos, mirada fija
- Puede quedarse inmóvil como un resorte
💡 La defensa puede pasar desapercibida si no sabemos leerla… pero es la clave para evitar que el malestar escale.
🚶 3. Evitación
Es el intento más educado que tiene un perro de alejarse de lo que le incomoda o le asusta, sin conflicto. La mayoría de perros intentan esta vía si se les da la opción.
👀 ¿Qué puedes ver?
- Se gira, se aleja, evita el contacto visual
- Se lame el hocico, bosteza, olisquea el suelo (señales de calma)
- Baja la cabeza o finge desinterés
💡 Respetar la evitación es respetar al perro. Obligarle a quedarse puede llevarle a la defensa o al ataque.
🤲 4. Sumisión
A veces confundimos la sumisión con tranquilidad, pero en realidad es una respuesta de rendición o apaciguamiento. El perro no está relajado: está diciendo “no quiero problemas”.
👀 ¿Qué puedes ver?
- Panza arriba, patas encogidas
- Cuerpo bajo, mirada desviada
- Micciones por miedo (especialmente en cachorros)
- Temblores, quietud extrema
💡 No es obediencia. Es miedo. Y si llega a esta fase, el perro ha agotado sus otras formas de comunicarse.
💬 Escuchar antes de corregir
Un perro no pasa de la calma al ataque sin avisar. Solo que, a veces, no entendemos su lenguaje, o lo malinterpretamos. Cuando un perro gruñe, no es malo: está comunicando un límite. Cuando se aleja, no está siendo testarudo: está regulando su miedo.
Como cuidadores, educadores o simplemente personas que aman a los animales, debemos aprender a ver más allá del comportamiento. Porque detrás de cada gesto hay una emoción, y detrás de cada emoción, una historia.
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