La Enfermedad de Cushing en Perros: Todo lo que Necesitas Saber

Introducción

La enfermedad de Cushing, también conocida como hiperadrenocorticismo, es una patología endocrina crónica que afecta a numerosos perros, especialmente de edad avanzada. Se caracteriza por una producción excesiva de cortisol en el organismo.
El cortisol, aunque vital en cantidades normales para funciones como la respuesta al estrés, la regulación del metabolismo y la inflamación, se vuelve perjudicial cuando circula en exceso.

¿Qué es el cortisol y cuál es su función?

El cortisol es una hormona producida por las glándulas suprarrenales, ubicadas cerca de los riñones.
Entre sus funciones principales se incluyen:

  • Respuesta al estrés (por ejemplo, en situaciones de enfermedad o lesión).
  • Regulación del metabolismo de proteínas, grasas y carbohidratos.
  • Control del equilibrio de electrolitos y la presión arterial.
  • Participación en la modulación de la respuesta inmune.

Cuando el cuerpo produce demasiado cortisol de manera crónica, las funciones normales se alteran, produciendo una amplia variedad de síntomas.

Tipos de Enfermedad de Cushing en perros

Existen tres tipos principales de hiperadrenocorticismo en perros:

  1. Cushing pituitario-dependiente (PDH):
    • Representa alrededor del 85% de los casos.
    • Se debe a un tumor (generalmente benigno) en la glándula pituitaria (hipófisis) que produce exceso de hormona adrenocorticotrópica (ACTH), la cual estimula a las glándulas suprarrenales para secretar cortisol.
  2. Cushing suprarrenal-dependiente (ADH):
    • Representa alrededor del 15% de los casos.
    • Ocurre cuando existe un tumor en una de las glándulas suprarrenales, que secreta cortisol de manera autónoma.
  3. Cushing iatrogénico:
    • No es causado por un tumor, sino por la administración prolongada de corticoides (como prednisona) para tratar otras enfermedades.
    • Es reversible si se reduce o suspende la medicación adecuadamente.

Síntomas principales

Los síntomas del Cushing en perros suelen ser progresivos y pueden confundirse con signos normales del envejecimiento. Entre los más frecuentes se encuentran:

  • Poliuria y polidipsia (orinar y beber en exceso).
  • Polifagia (aumento exagerado del apetito).
  • Pérdida de pelo (alopecia simétrica).
  • Adelgazamiento de la piel y aparición de hematomas.
  • Distensión abdominal (barriga abultada, aspecto de “abdomen péndulo”).
  • Letargo o disminución de la actividad física.
  • Infecciones cutáneas recurrentes.
  • Debilidad muscular.
  • Hipertensión arterial.

Factores de riesgo

  • Edad: más común en perros de mediana edad a mayores (mayores de 6 años).
  • Raza: algunas razas tienen mayor predisposición, como:
    • Caniche (Poodle)
    • Dachshund (Teckel)
    • Boxer
    • Beagle
    • Boston Terrier
    • Yorkshire Terrier

Diagnóstico

Diagnosticar la enfermedad de Cushing requiere una combinación de historia clínica, examen físico y pruebas específicas, como:

  • Análisis de sangre y orina: pueden revelar alteraciones sugestivas (como elevación de enzimas hepáticas, colesterol alto o proteínas en la orina).
  • Test de supresión con dexametasona (baja dosis):
    • Se administra dexametasona y se mide la respuesta de cortisol. Una respuesta anormal sugiere Cushing.
  • Test de estimulación con ACTH:
    • Mide la capacidad de las glándulas suprarrenales para responder a la hormona estimulante.
  • Ecografía abdominal:
    • Permite valorar el tamaño de las glándulas suprarrenales y buscar posibles tumores.
  • Resonancia magnética (RMN):
    • En casos de sospecha de un tumor hipofisario.

Importante: ningún test aislado da el diagnóstico definitivo; se interpreta siempre en conjunto con los síntomas clínicos.

Tratamiento

El tratamiento dependerá del tipo de Cushing:

  • Cushing pituitario-dependiente:
    • Trilostano (Vetoryl®): medicamento más utilizado, inhibe la síntesis de cortisol.
    • Mitotano (Lysodren®): menos utilizado actualmente, destruye selectivamente el tejido suprarrenal.
    • En casos más graves, se puede considerar cirugía o radioterapia (no siempre disponible).
  • Cushing suprarrenal-dependiente:
    • La cirugía para extirpar el tumor suprarrenal puede ser una opción, si el perro es candidato adecuado.
    • En tumores malignos o inoperables, se recurre a manejo médico (Trilostano).
  • Cushing iatrogénico:
    • Implica reducir gradualmente la medicación corticosteroide bajo supervisión veterinaria.

Pronóstico

  • Controlado correctamente, muchos perros con Cushing tienen una buena calidad de vida durante varios años.
  • Sin tratamiento, puede haber complicaciones graves como diabetes mellitus, infecciones recurrentes, hipertensión severa y tromboembolismo.

El pronóstico también dependerá de la edad, la existencia de otras enfermedades concurrentes y la respuesta al tratamiento.

Consideraciones Especiales en el Cuidado de un Perro con Cushing

  • Visitas veterinarias regulares para ajustar la medicación.
  • Controles analíticos periódicos (mínimo cada 3-6 meses).
  • Control de peso y dieta adecuada.
  • Supervisión de signos de infección cutánea o urinaria.
  • Atención a cambios en el comportamiento o en el consumo de agua y comida.

Conclusión

La enfermedad de Cushing en perros es una condición compleja pero manejable. Con diagnóstico temprano, tratamiento adecuado y un seguimiento veterinario riguroso, los perros afectados pueden seguir disfrutando de una vida plena y feliz.

Como siempre, ante cualquier sospecha de cambios en la salud de tu compañero, consulta a tu veterinario de confianza.
El conocimiento y la atención preventiva son las mejores herramientas para cuidar su bienestar.

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